LA RELACIÓN, CONTRIBUCIÓN E INFLUENCIA DE LA OSLAM EN SU DESARROLLO PERSONAL COMO FORMADOR, EN EL DESARROLLO DE SU SEMINARIO Y EN EL DE LA ORGANIZACIÓN NACIONAL DE SEMINARIOS DEL PAÍS.
La OSLAM siempre ha sido una instancia institucional que ha contribuido eficazmente en la formación del perfil de los formadores. Desde el año 1994, los miembros del Equipo Directivo del Seminario Mayor Nacional han participado sistemáticamente en los Cursos ofrecidos para los formadores.
Los cursos han ayudado en la comprensión de las distintas dimensiones de la formación inicial de los candidatos al sacerdocio. Nos sirvió como medio de capacitación en la misión específica de la formación de los seminaristas, para el conocimiento e integración con las problemáticas comunes y las esperanzas de los Seminarios en Latinoamérica que inciden en la marcha de la Iglesia, la cual pretende una mejor respuesta de fe a Dios y un compromiso más acertado con las necesidades de nuestro pueblo, convirtiéndose en un espacio de enriquecimiento e intercambio de experiencias con formadores de otros países.
A través de sus rectores y formadores, nuestro Seminario siempre ha trabajado en sintonía con la OSLAM, participando de los distintos eventos que ha organizado. Las orientaciones y los materiales elaborados de la OSLAM han sido de suma utilidad para nuestro Seminario en el que se ha procurado aplicar las líneas y horizontes que ha trazado. Desde 1997 el Rector del Seminario Mayor Nacional participa en calidad de delegado de la OSLAM.
Aún no contamos con una organización nacional de Seminarios.
A LA LUZ DEL DOCUMENTO DE APARECIDA
Necesidades prioritarias de la formación sacerdotal en el país (DA 314‐327).
- Potenciar la pastoral vocacional e insertarla dentro de la pastoral de conjunto.
- Potenciar la estrecha conexión entre la pastoral vocacional y la pastoral presbiteral.
- Que los promotores vocacionales sean destinados con exclusividad para dicha tarea pastoral.
- Incentivar el interés de los párrocos por la promoción de la vocación sacerdotal y laoración por las vocaciones.
- Clarificar los criterios de acompañamiento y de selección de los candidatos con elobjeto de lograr una mejor selección en las diócesis.
- Ofrecer un acompañamiento personalizado.
- Mayor preparación en los ámbitos espiritual y académico.
- Estabilidad en el Equipo de Formadores y mayor cualificación de los mismos.
- Mayor disponibilidad de los Obispos en ceder sus sacerdotes para la formación.
- Prestar mayor atención a los proyectos formativos para que ofrezcan un verdadero proceso formativo integral.
- Revisar la relación entre el proceso formativo en el Seminario y la pastoral vocacional diocesana.
- Procurar una mayor cercanía de los Obispos con el Seminario.
- No descuidar una sólida formación en las ciencias humanas.
- Que el Seminario pueda ayudar a los seminaristas a descubrir sus propios carismas.
¿Cuál debería ser el proceso de conversión pastoral de las estructuras de los
Seminarios en el país? (DA 365‐370).
- Buscar una corresponsabilidad y participación efectivas en la gestión del proceso formativo en la misión de la Iglesia.
- Propiciar el encuentro personal con Jesucristo y el testimonio convincente del discípulo y misionero.
- Teniendo en cuenta que la Iglesia es esencialmente misionera, a la luz del Documento de Aparecida, en necesario fomentar mucho más la conciencia misionera en los Seminarios a través de cursos, materiales, acción pastoral.
- Renovación institucional: conectada con la realidad (cf. DA 367).
- El ambiente del Seminario y la pedagogía formativa: “Sana libertad y responsabilidad personal” (cf. DA 322).
- Favorecer la espiritualidad de comunión y participación (cf. DA 368).
¿Cuál debería ser el rol de los Seminarios en el proceso de la Misión Continental de la
Iglesia en América Latina?
- Los Seminarios deben ser un centro de irradiación misionera en todos los estamentos de la Iglesia. Tanto formadores como seminaristas debemos fomentar y acompañar el compromiso decidido de los laicos en la tarea misionera de la Iglesia.
- Mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar al discípulo misionero.
- Aportar materiales que ayuden para la misión de los laicos.
- Precisar la relación de la formación misionera de los Seminarios, la misión en la pastoral de conjunto diocesana y en la pastoral vocacional.
- Promover el espíritu misionero y proveer las herramientas necesarias al candidato para que pueda estar abierto al compromiso misionero.