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Un día en el Seminario

Las actividades en el Propedéutico de Caacupé son muchas y normalmente varían en algunos días. Hagamos un recorrido para vivir un Día en el Seminario y en la vida de un seminarista.

Las oraciones en Comunidad varían según los días y horarios. Los lunes empezamos el día con el rezo del Santo Rosario; los martes, con la Liturgia de las Horas Laudes; los miércoles tenemos una oración por equipo de vida y esta la elegimos con el equipo en su momento. Los jueves son únicos porque nuestra primera oración es la Adoración al Santísimo. Los días viernes, la oración es por Diócesis, mientras los sábados y domingos arrancamos con la oración por excelencia, la Santa Misa.

Las otras actividades son más comunes a todos los días, porque después de haber orado, pasamos al comedor a un desayuno breve de 15 minutos. Seguidamente, nos ponemos manos a la obra con el trabajo corto de 7:15 a 7:50, donde cada uno cumple su función, según la tarea que le corresponde dentro del Seminario. Algunos de estos trabajos son la limpieza en general del seminario. Luego están los leñeros, campanero; otros van a la huerta, al gallinero, al chiquero, a los conejos, a la chacra, a la vaquería, a la cocina y la actividad de mozos. Es importante aclarar que cada equipo de vida se encarga de los servicios de mozo de toda la semana; esto es servir desayuno, meriendas, almuerzo y cena, limpieza de cocina y cubiertos. Estos equipos se alternan por semanas.

Dentro del Seminario los estudios son muy importantes. Las horas que dedicamos a esto lo evidencia, siendo la primera clase de las 8:00 de la mañana hasta las 9:30. Hay un receso de 15 minutos para la media mañana. Continuamos la clase a las 9:45 hasta las 11:15 horas. Se vuelve a tener un receso en el cual algunos aprovechan, a menudo, para lavar las ropas, llevar cubiertos al comedor u otra actividad personal. A las 11:45 vamos a la capilla, para un momento de oración donde visitamos al Santísimo y ofrecemos esa jornada que ya está promediando. A las 12:00 saludamos a nuestra Madre con la oración del “Ángelus”, y pasamos al comedor para almorzar. Se disfrutan unas comidas deliciosas de manos de las cocineras tan populares para los seminaristas que han pasado por Caacupé. Las cocineras Ña Marga y Ña Silvia son muy apreciadas entre los seminaristas. Cuando se termina el almuerzo cada uno tiene su momento de descanso, una siesta hasta las 14:00 horas, cuando el toque de la campana nos impulsa a estar de pie y fortalecidos para el resto del día.

La sesión de la tarde comenzamos en la sala de estudio, nuevamente de 14:15 hasta las 15:45. La siguiente actividad de 16:00 a 17:30 puede variar según el día. Se van intercalando deportes y trabajo largo, a excepción de los días jueves donde tenemos clases de música y comunicación.

Cuando ya declina el día, atardecidos de cansancio, contentos por servir, vamos a ofrecer al Señor nuestro día en acción de gracias en la celebración de la Eucaristía. Antes nos disponemos con una lectura espiritual desde las 18:00. A las 19:00 horas es la Santa Misa. Al término, tenemos nuestra cena y ya la última actividad 20:45, cuando volvemos al estudio hasta 21:45. Luego vamos a la capilla para la oración de las Completas; con esta oración nos despedimos del día vivido y nos disponemos al descanso, para que, recuperadas nuestras fuerzas, podamos nuevamente despertar a la luz del nuevo día.

Los días sábados y domingos se agrega algo diferente a las actividades en el seminario, particularmente en la dimensión comunitaria y pastoral. Así cada sábado, a las 18:00 horas tenemos una reunión por Equipo de vida y, luego, a las 19:00, la Lectio divina en comunidad. Los sábados de noche son de “cultura”, y la actividad aquí varía entre noche de película, karaoke, casino y cena por diócesis. En la dimensión Pastoral, mensualmente vamos  a visitar a nuestros hermanos y vecinos de Kkottognae, que es un hogar en el que personas de la tercera edad, en su mayoría abandonadas por sus familias, son acogidas.

En la dimensión espiritual es importante agregar la celebración penitencial. En el Seminario lo tenemos una vez al mes, cada cuarto viernes del mes, como así también la dirección espiritual y las entrevistas con los formadores.

       Finalmente, es bueno mencionar los talleres del itinerario formativo, guías del seminarista. Estas actividades están dirigidas por los formadores y consiste, precisamente, en hacer un camino y un análisis de toda la formación integral que recibimos en el seminario en las diferentes dimensiones. De aquí también llevamos unas consignas para seguir este camino extraordinario con las disposiciones y las fuerzas necesarias para llegar al destino final, al propósito primordial de responder a esta vocación sacerdotal.

Seminarista: Derlis Fernando Falcón Villalba

Curso: Etapa Propedéutico

Diócesis: Arquidiócesis de la Santísima Asunción

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